Por Guadalupe Castillo y Silvia Rentería Maldonado
Con los primeros rayos del sol sobre la ciudad de Tarija, el 29 de marzo de 2021, radio Fides (FM 88.9) dio un giro histórico al encender su sistema de paneles solares. Ese día, su director Julio César Fernández Paz respiró aliviado: las elevadas facturas de luz a cargo de Servicios Eléctricos Tarija (Setar) dejaban de ser una pesadilla mensual. Cuatro años después, la radioemisora transmite sin interrupciones y se suma a los 43 usuarios en Tarija que ya cuentan con sistemas fotovoltaicos conectados al Sistema Interconectado Nacional (SIN), demostrando cómo un recurso natural renovable puede garantizar la sostenibilidad de medios de comunicación que buscan soluciones alternativas en Bolivia.

“Es energía verde, limpia y nuestra (…)”, dice Fernández, al hablar del proyecto con un brillo en los ojos y una sonrisa que refleja orgullo por haber implementado una solución sostenible para seguir con la señal de radio Fides Tarija.
El acta de recepción definitiva y el certificado de aceptación del suministro, montaje, prueba y puesta en servicio de la planta solar de 3,9 kWp (kilovatios pico), instalada en Senac, son la prueba de que, desde lo local, es posible acceder a energía limpia. Este medio de comunicación radial capta la energía desde su pequeña planta en una de las zonas más altas de la ciudad de Tarija como es el barrio Senac.
Para el equipo de Fides, ese documento que se exhibe en la pared de la secretaría de ingreso a la radioemisora en el centro de la ciudad, es más que un papel, simboliza la certeza de que, con decisión y esfuerzo, es posible transformar la energía del sol en la fuerza que mantiene viva la voz de una comunidad radiofónica.
Un logro significativo en tiempos de crisis energética global, marcada por la volatilidad de los precios y la dependencia de los combustibles fósiles, además de un agravamiento de la emergencia climática, cuando cada iniciativa sostenible adquiere un valor aún mayor.
“Creo que tenemos que verlo no solo como un tema ecológico. No va a haber gas, y sin gas no hay electricidad. La energía solar no es solo alternativa, es necesidad”, afirma Fernández.

Facturas que asfixian
En Bolivia, la electricidad no es un gasto menor para las radioemisoras ni empresas de servicios. En Tarija, una emisora de radio que transmite unas 15 horas al día, paga en promedio entre 1000 y 4000 bolivianos mensuales, mientras que hoteles como Los Ceibos llegan a desembolsar hasta 35 000 bolivianos al mes. Con esos costos, muchas radios enfrentan el riesgo de apagarse, y las empresas se ven obligadas a subir precios o recortar servicios, convirtiendo la energía en un desafío diario más que en un recurso.
Según la Resolución Nº 719/2022 de la Autoridad de Fiscalización de Electricidad y Tecnología Nuclear (AETN), Setar aplica 12 categorías tarifarias para sus usuarios. En ese esquema, las radioemisoras están incluidas en la “categoría general”, que agrupa a instituciones, empresas y organizaciones dedicadas a servicios no domésticos. Esta clasificación implica tarifas más altas que las residenciales, ya que se trata de actividades que requieren un consumo eléctrico constante y de mayor demanda, una de las razones por las que apostar por la energía solar representa una alternativa más económica y sostenible para medios como radio Fides Tarija.
El giro: apostar por el sol
Enero de 2021 marcó un antes y un después para radio Fides Tarija. Julio César descubrió las bondades y el potencial de la energía solar: eficiencia, ahorro y sostenibilidad en una entrevista realizada en su programa con el gerente comercial y técnico de Innovasol, Julio Patiño Arce. Esa conversación quedó marcada para el periodista.
En ese encuentro se sembró la semilla para que la emisora se convirtiera en un ejemplo de cómo la luz del sol puede reemplazar la energía eléctrica generada por combustibles fósiles, asegurando transmisiones continuas, reduciendo costos operativos y disminuyendo la huella ambiental.
La radio cuenta con dos plantas solares; una compuesta por 10 paneles en la calle Campero en el centro de la ciudad y otra por 20 en el barrio Senac, ambas suman 30 paneles solares monocristalinos. Un panel monoscristalino es fabricado con celdas de un solo cristal.
Este sistema genera alrededor de 6,94 MWh al año, suficiente para cubrir más del 70% del consumo eléctrico de radio Fides Tarija. Además de reducir de manera significativa los costos operativos, la transición a energía limpia permitirá evitar la emisión de aproximadamente 69 toneladas de CO₂ durante sus 25 años de vida útil.
Fides Tarija ha demostrado que la transición hacia la energía solar no solo es viable, sino también rentable. Comenzó con un contrato con InnovaSol para pagar la energía generada durante 10 años, tiempo en el que los paneles solares pasan a ser propiedad de la radio, garantizando electricidad limpia y continua por un cuarto de siglo.
“Hemos reducido nuestra factura de Setar en un 50%”, asegura Julio César. Al comprobar que el sistema funcionaba, decidió ampliar la planta con más paneles solares, financiados por la emisora mediante una inversión superior a 6500 dólares. Esta inversión incluye paneles, conversores e instalaciones civiles. El gasto inicial se recupera en aproximadamente tres años, y durante el resto del tiempo la energía prácticamente no tiene costo, brindando ahorro, autonomía y un modelo que puede replicarse para otros medios locales frente al alto precio y la baja eficiencia de la energía convencional.
Radio Fides inicia su transmisión a las 05.30 de la mañana y apaga su señal a las 19:00 horas. Gracias a sus paneles solares, empieza a generar energía propia entre las 09:00 hasta las 17:00 horas, cubriendo así su consumo diario. Durante las horas de mayor radiación solar, incluso hay una sobreproducción de energía.
“Necesitamos 5 kWh (kilovatio-hora) al día y, en realidad, producimos alrededor de 7 kWh, lo que nos permite inyectar el excedente a la red de Setar”, explica Fernandez.
Instalación del medidor en radio Fides Tarija. Fuente Radio Fides Tarija.
La normativa nacional establece que el excedente de energía solar no se paga en efectivo. En cambio, el sistema permite compensar primero los horarios en que los paneles no producen y, si sobra energía, se acumula en una cuenta a favor del productor durante 24 meses. De esta manera, la radio puede utilizar esos créditos en momentos de menor generación, garantizando eficiencia, ahorro y autonomía sin depender de la red eléctrica convencional.
Más allá del ahorro y la sostenibilidad, radio Fides Tarija se consolida como un medio de comunicación sostenible, con una programación continua de más de 13 horas diarias y alcance departamental, demostrando que la señal puede salir al aire con calidad, de la mano con la eficiencia energética y el cuidado del medioambiente.
Daniel León Ramos, jefe de prensa y producción de radio Fides Tarija, destaca con orgullo la experiencia de ejercer el periodismo en un medio que opera con energía limpia. “Pocos periodistas en el país pueden decir que su trabajo diario no contamina”, comenta.
León considera que realizar las tareas cotidianas —editar, cargar equipos o usar computadoras— sabiendo que la energía proviene del sol es una forma concreta de contribuir al cambio de la matriz energética.
Setar: 43 usuarios con energía solar
La generación de energía solar distribuida aún da sus primeros pasos en el departamento de Tarija. Hasta agosto de 2025, Setar tiene registrados 43 usuarios con sistemas fotovoltaicos interconectados a la red eléctrica departamental. De ellos, 36 corresponden a nanogeneradores de hasta 10 kilovatios (kW), seis a microgeneradores de hasta 50 kW y uno a minigeneración, instalado en el complejo comercial Megacenter.
Las ventajas de la generación distribuida no pasan desapercibidas para la gerencia de Setar. En noviembre de 2021 la empresa instaló cuatro paneles solares como parte de un proyecto piloto que produce 2854 kWh al año, suficiente para abastecer a una familia promedio de tres a cinco personas. Con esta iniciativa, la distribuidora eléctrica del departamento ahorra 3325 bolivianos anuales y evita la emisión de 2,06 toneladas de CO₂, un avance concreto hacia la diversificación energética y la reducción de la huella ambiental en Tarija.

En total, estas instalaciones alcanzan una potencia distribuida de 718,5 kW (kilovatio), que en septiembre registró una generación de energía fotovoltaica de 98 368 kw/h, que corresponde a 0,5% de la energía total que Tarija retira del Sistema Interconectado Nacional (SIN). Aunque la cifra puede parecer modesta, marca un punto de partida para la diversificación energética del departamento, que busca aprovechar un recurso tan abundante como subutilizado: el sol.
“Estamos haciendo un monitoreo constante del comportamiento de la red y de los usuarios que generan su propia energía solar”, explicó Marco Antonio López Zamora, gerente de Setar.
La empresa está preparada para adecuarse a las necesidades que surjan y planificar las inversiones necesarias si la generación distribuida empieza a crecer con más fuerza, asegura Lopez.
El tiempo que un usuario debe esperar para que una planta solar aprobada quede completamente conectada a la red varía según cada etapa del proceso, pero, en promedio, no supera las dos semanas, según los registros de Setar.
Conforme los plazos establecidos por la AETN, desde la aprobación del contenido mínimo del proyecto hasta la adjudicación de la empresa instaladora pueden transcurrir como máximo 15 días, un período que recae bajo la responsabilidad del interesado. Aunque la instalación y la solicitud de inspección final dependen de la empresa contratada, que por lo general se completa en un plazo aproximado de cinco días. Finalmente, la normativa prevé hasta siete días para la firma del contrato.
“En teoría, todo el procedimiento podría extenderse hasta un mes y una semana, pero en la práctica, el promedio observado es de aproximadamente 15 días desde la aprobación del proyecto hasta la autorización de conexión del sistema”, explica López.

Energía solar: el marco legal
En Bolivia, la regulación de la energía solar dio un salto importante entre 2021 y 2024. El Decreto Supremo 4477, emitido por el Gobierno de Luis Arce Catacora, sentó las bases para la generación distribuida, permitiendo que pequeñas empresas inyecten a la red eléctrica la energía que producen con paneles solares.
La norma definió las primeras categorías: nanogeneración (hasta 10 kW) y microgeneración (hasta 50 kW), además creó un mecanismo de retribución económica por la energía entregada al sistema, aunque sin detallar incentivos ni controles técnicos claros.
Tres años después, el Decreto Supremo 5167, emitido en junio de 2024, amplió y reforzó ese marco. La normativa incorpora nuevas categorías, como la minigeneración (hasta 500 kW) y la macrogeneración para autoproducción, además de establecer obligaciones específicas para distribuidores, empresas instaladoras y usuarios de plantas solares. También exige el registro oficial de todos los equipos, regula la medición y compensación de la energía inyectada a la red y establece sanciones para quienes operen fuera del marco legal.
Para que la adopción de la generación de energía solar sea exitosa, los usuarios deben actuar con precaución y planificar cada paso, advierte el gerente de Setar. Su labor se limita al «estricto cumplimiento de la normativa vigente», siguiendo el procedimiento del decreto supremo, sin poder «definir ni modificar las condiciones de compensación». En otras palabras, Setar no tiene margen de discrecionalidad en el proceso.
“Este paso es clave: permite entender la normativa y diseñar sistemas que cumplan con los límites legales. Ignorar esta recomendación puede derivar en inversiones innecesarias que, fuera del marco legal, no serán reconocidas ni utilizadas», explica López Zamora.

Según el estudio Avances y Limitaciones en la Generación Distribuida de Electricidad en Bolivia 2023 publicado por la Fundación Jubileo, la energía solar en Bolivia enfrenta serios obstáculos para consolidarse como alternativa dentro del sistema eléctrico nacional. Al cierre de 2023, la capacidad instalada alcanzó 5,54 MW (megavatios) lo que representa un 3% de la potencia conectada a la red. La baja penetración se atribuye principalmente a marcos regulatorios restrictivos y a una normativa que sigue excluyendo ciertas modalidades de generación.
En cuanto a inversiones y costos, el informe revela que los sistemas fotovoltaicos y solares de generación distribuida en Bolivia han experimentado una significativa reducción de precios en los últimos años, siguiendo la tendencia global. La comparación de costos de instalaciones realizadas de 2009 a 2025 evidencia una disminución que mejora la rentabilidad de estos sistemas en el país.
Bolivia zona geográfica bendecida
Horacio Lema Íñiguez, especialista en energías renovables y cofundador de Decab, empresa desarrolladora de soluciones inteligentes enfocadas en la gestión de optimizar los recursos energéticos, expone que Bolivia se encuentra en una “zona geográfica bendecida” para el desarrollo de la energía solar.

Con un 93% del territorio apto para este tipo de generación, el país cuenta con irradiación constante durante todo el año, lo que convierte a este recurso en estable y versátil. La irradiación es una medida instantánea que describe la intensidad de la radiación.
En el caso de Tarija, la irradiación solar promedio anual se sitúa entre 5,1 y 7,5 kWh/m² por día, según datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energía. Esta cifra coloca a Tarija entre las regiones potenciales para desarrollar la energía solar en Bolivia, junto a La Paz, Oruro y Chuquisaca, mientras que en Potosí esta cifra puede alcanzar hasta 8,5 kWh/m².
En Tarija, la radiación solar presenta variaciones estacionales, pero sus niveles son notablemente altos durante todo el año. Los meses de octubre a enero concentran la mayor captación, superando los 7 kWh/m² diarios y alcanzando su pico en noviembre con 7,5 kWh/m², mientras que en junio y julio, los más fríos, los promedios bajan a 5 kWh/m² diarios, según indica la plataforma especializada en datos del tiempo Weather Spark. Esta alta disponibilidad de energía solar convierte a la región en un punto estratégico para el desarrollo de proyectos de energía solar.
Lema señala que la energía solar puede adaptarse desde grandes plantas hasta instalaciones en techos de casas, lo que la hace más accesible frente a otras alternativas renovables como la hidráulica o la eólica.
Para el experto ambiental, la instalación de plantas solares reduce costos de electricidad y emisiones de gases de efecto invernadero, requiere mantenimiento mínimo anual y tiene una vida útil de 25 a 30 años, con degradación mínima de los paneles. Sin embargo, la principal barrera para su expansión sigue siendo económica, debido a la inversión inicial y al subsidio de la electricidad que encarece la comparación de costos para proyectos privados.
Además, la adopción de energía solar tiene un impacto concreto en la reducción de emisiones de dióxido de carbono.
“Una emisora radial que instale un sistema solar puede dejar de emitir entre cuatro y cinco toneladas de dióxido de carbono al año, lo que en 20 años representa una contribución significativa para mitigar el cambio climático”, expone Lema.
Esta acción demuestra que más allá del ahorro económico, la transición hacia energías limpias aporta directamente a la protección del medioambiente y la sostenibilidad del país.
“La energía solar no es una moda, es una necesidad frente a una matriz eléctrica que depende en un 70% del gas natural. Estamos en el momento de transitar hacia energías limpias”, afirma.

Créditos verdes
La transición hacia la energía solar también ha empezado a abrir puertas en el ámbito financiero, la apuesta son los créditos verdes. Instituciones como el Banco de Desarrollo Productivo (BDP) canalizan recursos hacia bancos y cooperativas para fomentar proyectos sostenibles, mientras que el Banco Unión ofrece préstamos con condiciones preferenciales para iniciativas que reduzcan emisiones y optimicen el consumo de energía.
Otros bancos, como Bisa, FIE y el Banco de Crédito (BCP), también suman opciones financieras enfocadas en energías renovables y eficiencia energética.
Este impulso refleja una transición concreta hacia un sistema financiero más sostenible, con tasas de interés accesibles y plazos flexibles pensados para que tanto hogares como empresas puedan dar el salto hacia la energía limpia. Cada crédito verde no solo facilita la inversión en paneles solares, sino que convierte al sector financiero en un aliado estratégico de la lucha contra el cambio climático en Bolivia. La idea es clara: impulsar proyectos sostenibles, reducir el impacto ambiental y al mismo tiempo contribuir al desarrollo económico del país, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), planteados por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 2012.
Experiencias exitosas
La adopción de energía solar en el país también se refleja en el surgimiento del «Sello de Sostenibilidad Bolivia«, una certificación que reconoce a las empresas nacionales que implementan prácticas responsables en eficiencia energética, el uso de energías renovables y el compromiso con la reducción de emisiones de CO₂, convirtiéndose en un incentivo ambiental y de reputación.
“Como empresario privado, lo que uno busca es el lucro, y gracias a eso mejoramos nuestros servicios”, afirma Daniel Beccar Díaz, gerente del hotel Los Ceibos de Tarija, uno de los más representativos de esta ciudad.
Es así que para reducir la alta factura de electricidad en mayo de 2023, Beccar invirtió casi 50 000 dólares en 160 metros cuadrados de paneles solares, logrando cubrir el 100% de su demanda de electricidad durante las horas de sol y reducir la factura mensual casi un 30%, de 35 000 a poco más de 20 000 bolivianos.
Aunque reconoce que los principales obstáculos han sido “la burocracia y las exigencias de la parte pública”, como la obligación de tener un transformador propio que, según la ley, “a los dos años pasa a ser propiedad de Setar”.

Sobre sostenibilidad y responsabilidad social, Beccar asegura que invertir en paneles solares no es derrochar recursos, al contrario, se puede ser eficiente y sostenible. “La energía solar nos permitió ser más competitivos y reducir la contaminación ambiental”. Añade que la tecnología actual facilita la implementación. “Es una inversión única, solo requiere limpieza mínima de los paneles con un paño de microfibra húmedo, y resisten granizo o cualquier condición climática”, sostiene.
Su recomendación a otras empresas es clara. “No tengan miedo; la energía solar es rentable, reduce costos y contribuye al medioambiente. Ojalá podamos generar toda nuestra energía sin depender de Setar, aunque las normas todavía no lo permiten”, asegura el empresario.
Siguiendo el ejemplo de Tarija, en Villa Montes, radio Herencia optó por mantener sus propios paneles solares tras formar parte de la red de Fides hasta el año 2024. Así genera electricidad limpia de manera autónoma, replicando el modelo de sostenibilidad de Tarija.
Este éxito ha motivado a otras emisoras locales a dar sus primeros pasos hacia la energía renovable. Por ejemplo, Fides La Paz ya instaló su primer panel solar, mientras que la Fundación Acción Cultural Loyola (Aclo) que tiene a radio Tarija comenzó este año su transición con un sistema básico, proyectando ampliar la instalación hasta cubrir toda su operación.

“Hay tres radios interesadas en implementar energía solar, y con una de ellas —Aclo Tarija— llegaremos a firmar contrato. Aclo Tarija ha mostrado mucho interés; ya se le presentaron varias propuestas y, como primer paso, se le instaló un pequeño sistema de emergencia, con un solo panel solar, para alimentar sus cámaras cuando sufren cortes de luz o lluvias intensas”, afirma Rodríguez.

La experiencia local se complementa con ejemplos inspiradores en la región. En Chile, la transición energética no es un discurso, sino una política sostenida desde hace más de una década. Con la Ley 20257 de 2008, el país fijó metas para impulsar las energías renovables no convencionales, y en 2013 reforzó ese compromiso con la Ley 20698. A partir de ahí, la estrategia energética para 2050 marcó una hoja de ruta clara: alcanzar un 70% de electricidad renovable al 2030 y avanzar hacia el carbono de neutralidad en 2050, con el fin de convertir a Chile en uno de los países líderes en energías limpias de la región.
Ese compromiso con las energías limpias también se refleja en iniciativas concretas. En 2019, radio Bío Bío inauguró en la región Los Ríos su primera antena repetidora abastecida al 100 % con energía solar, capaz de operar de forma autónoma, incluso durante cortes eléctricos. Con solo 10 paneles que generan más energía de la que consumen sus equipos, esta experiencia demuestra que la energía solar no solo impulsa grandes proyectos, sino que también puede transformar servicios esenciales como la comunicación, asegurando continuidad, ahorro y sostenibilidad.
El otro vecino de Bolivia que destaca en energía solar es Brasil que alcanza un 88% de electricidad limpia, apoyada en cooperativas energéticas comunitarias que permiten a ciudadanos como a empresas generar y compartir energía. Estos casos demuestran que la transición hacia energías renovables no solo es viable, sino también rentable y fácil de replicar. La generación de energía solar ha superado los 55 gigavatios (GW) de capacidad instalada operativa en Brasil. Este año, se han añadido 1,6 GW al sistema, según un informe de la Asociación de Energía Solar del país, Absolar.
El futuro se enciende desde Tarija
La experiencia de radio Fides Tarija demuestra que la transición energética en Bolivia no es una utopía, sino una posibilidad tangible. Con el sol como aliado, tecnología accesible y una firme voluntad de innovar, es posible reducir costos, disminuir las emisiones de carbono y fortalecer la independencia editorial. Fides encendió su propio camino hacia un modelo energético sostenible, marcando una ruta que otras emisoras también pueden seguir.
Esta investigación fue realizada con el apoyo del Fondo Concursable de la Fundación para el Periodismo (FPP) en el marco del proyecto Periodismo de Soluciones.
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