La destrucción de una ciudad, o el costo de la instalación de red de teléfonos de Tarija a San Lorenzo a Bs 1500, son partes de la historia que están marcadas en los boletines
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Mercedes Bluske y Jesús Vargas Villena
(Verdadcontinta-abril/2018) Gracias a los diarios y registros que llevaban los sacerdotes de la congregación franciscana, Tarija es poseedora de invaluables registros históricos de la vida cotidiana y de sucesos y acontecimientos que, de no ser por la tinta o el papel, habrían sido olvidados.
Basados en el libro de crónicas misioneras y conventuales del archivo franciscano, te contamos datos curiosos y acontecimientos particulares de la vida en Tarija, entre 1826 y 1936.
1888
Entre los sucesos más importantes de este año, se encuentra el terremoto que sacudió a la ciudad de Yacuiba y sus alrededores, las noches del 23 y 24 de septiembre, ocasionando daños estructurales en la ciudad y destruyendo la capilla que había sido construida por los padres franciscanos.
1899
Once años después de aquel terremoto que quedó en la memoria de los yacuibeños, un movimiento telúrico de mayor magnitud llegó para recordarles que el poder de destrucción de la naturaleza no tiene medida. El terremoto de aquel 23 de marzo destruyó la ciudad, derribando iglesias, casas y caminos.
“El espanto aumentó todavía, cuando saliendo ya los habitantes, unos con dirección a Caiza, otros por la vía de Itiyuru, encontraron el camino obstruido en varias partes por las grandes grietas que se habían abierto y de la cuales filtraba una agua turbia y fétida”, explica el libro.
1905
Este año fue aprobado el proyecto de ley que proponía una reforma al artículo 2 de la Constitución Política del Estado. “Se declara la necesidad de la reforma del artículo de la Constitución en la forma siguiente: El Estado reconoce y sostiene la religión católica, apostólica, romana, permitiéndose el ejercicio público de cualquier culto”. El proyecto fue aprobado con más de dos tercios de los votos.
Al poco tiempo, también se suprimieron los artículos que versaban sobre los delitos contra la religión, especialmente el 139, que estipulaba que: “todo el que conspire directamente y de hecho, a establecer otra religión en Bolivia, o a que la República deje de profesar la religión católica, es traidor y sufrirá la pena de muerte”.
1910
“Desde el año pasado, los astrónomos se ocupaban de la reaparición del cometa Halley, hablando unos, de posibles catástrofes para el planeta terrestre, y afirmando otros, que no había motivo para temer”, explican los registros de los padres franciscanos que vivieron en Tarija por aquellos años
El cometa empezó a verse los últimos días de abril de aquel año y, conforme se iba apreciando su imagen más claramente en el firmamento, más concurrencia había en las misas y la demanda de servicios religiosos aumentaba. El cometa desapareció el 19 de mayo.
1911
Sin duda alguna este fue un año de gran progreso para Tarija, con la llegada de la luz eléctrica, el automóvil y la televisión.
La luz eléctrica llegó a Tarija el 4 de junio de dicho año, gracias al arduo trabajo y negociaciones del señor Jacinto Calabi, natural de Brescia, quien se casó con la tarijeña, Carmen Trigo.
Calabi, con el fin de mostrar su amor por Tarija y con el fin de atraer simpatías a su nueva empresa de luz eléctrica, compró un automóvil con cuatro asientos y motor a bencina, mismo que fue ofrecido para que los pobladores pudieran ir a ver con sus propios ojos la construcción del camino a San Luis, en un recorrido de más de cinco kilómetros.
Aquel mismo año el señor Godofredo Arnold, de origen alemán, quiso establecer el servicio de teléfonos, pero no pudo conseguir el aval del Concejo Municipal, sin antes hablar con el señor Calabi, quien tenía el permiso de tender cables en el radio urbano de la ciudad.
Calabi accedió y no solo le permitió colocar postes para el cableado de teléfono, sino que lo contrató para hacer lo mismo con los cables de la luz.
El 2 de junio de 1911 llegó todo el material para la implementación del teléfono. El empresario propuso construir una línea de teléfono hasta San Lorenzo, por un valor de mil quinientos bolivianos.
1919
“Después de la deposición del doctor Adolfo Lea Plaza, el Gobierno ofreció la prefectura al doctor Bernardo Raña Trigo”, explican las crónicas franciscanas.
1920
Este año fue construido el puente en Padcaya, mismo que fue propuesto por el padre Columbano y secundado por el prefecto Juan de Dios Trigo.
1921
Fue abolida la pena de muerte, estableciendo que el asesinato y el parricidio serían castigados con 15 años de cárcel.
1924
Durante las noches del 10 y 11 de agosto, nevó copiosamente en la ciudad, un hecho lo suficientemente raro y anecdótico, como para que fuese anotado en el Boletín Antoniano de aquel entonces.