Raquel Cárdenas Carrasco es la tarijeña que apostó por profesionalizar el mundo de los eventos en Tarija, cumpliendo el sueño de cientos de novias

Mercedes Bluske Moscoso
(Verdadcontinta-septiembre/2018) Aunque desde sus 5 años vivió en Santa Cruz, a la hora de invertir, esta tarijeña decidió volver a su terruño. A los 23 años Raquel Cárdenas emprendió el retorno a su pago con la cabeza cargada de sueños, y con el título de Administración Hotelera recién salido del horno.
“Viendo cuál era el ámbito de la hotelería en el que me quería especializar, llegué al hotel Los Tajibos”, cuenta Raquel, sobre sus inicios en el mundo de los eventos.
En esa oportunidad, pudo recorrer las distintas áreas de servicio del hotel, pasando por restaurante, recepción y ventas, entre otros. Finalmente llegó al Centro de Convenciones, un espacio que marcaría un antes y un después en su profesión.
“La verdad le rehusaba a entrar al Centro de Convenciones, porque pensé que no me iba a gustar”, explica Raquel. “Fue de las materias que menos me gustó en la universidad”, resalta.

Raquel en las oficinas de Glamour Eventos.
Contrario a lo que pensaba, el trabajo en el Centro de Convenciones fue el que más le gustó, razón por la que decidió quedarse 6 meses más en el prestigioso hotel cruceño, para continuar trabajando en el área de eventos.
“Ahí conocí a la primer organizadora de eventos de Bolivia, Midori Takeda”, continúa; explicando que verla trabajar la inspiró a adentrarse más en el mundo de la organización de eventos, para poner sus nuevos conocimientos en práctica en su Tarija natal.
Pasaron 12 años desde que Glamour Eventos abrió sus puertas a la cabeza de Raquel Cárdenas consolidándose como un referente en la organización de eventos tras haber recibido la certificación internacional de Wedding Planner de la Asociación Mundial de Consultores de Boda. Este certificado avala el profesionalismo, estándares de calidad y ética, con la que trabaja la empresa.
Lo cierto es que el día con el que más sueña una mujer, es el de su boda. Lo mismo sucede en el ámbito corporativo, aunque este sea pequeño en Tarija. Los gerentes y propietarios de empresa quieren que su aniversario, lanzamiento de producto o presentación, tengan contemplado hasta el más mínimo detalle. Allí es cuando el trabajo de Raquel cobra relevancia.
La empresaria reconoce que al principio la gente no sabía para qué servía su trabajo y le costó entrar en el mundo de los eventos. “Hice bodas por un costo de 50 dólares, para que la gente entienda el trabajo de un organizador”, explica.
Si lo trasladamos al mundo de la música, el trabajo de Raquel sería el de un director de orquesta, pues pese a que no toca ningún instrumento, conoce cómo suena cada uno de ellos y sabe dirigirlos para crear mágicas melodías.
Raquel recibe los eventos y se encarga de crear el presupuesto, el concepto, diferentes propuestas con los proveedores y coordinar hasta el más mínimo detalle para que el gran día sea perfecto.

Una de las bodas organizadas por la empresaria tarijeña.
“Buscamos satisfacer a la novia, al novio y a los papás, porque todos tienen prioridades diferentes”, asegura.
A nivel corporativo, su evento más importante fue el Congreso de Ginecología, donde se encargó de los pormenores de logística e inscripción de más de 500 participantes. Y en eventos sociales, bodas de más de 600 invitados forman parte de su currículo.
Pero más allá de la magnitud de los eventos, el lazo íntimo que logra Raquel con cada una de las parejas, para ella es indispensable. “El día en que dejé de emocionarme al ver entrar a una novia a la iglesia, tendré que retirarme”, dice con una cálida sonrisa en el rostro. “Es esa sensación que se traduce en un nudo en la garganta, que me hace valorar y querer lo que hago”.
El Dato.
Aunque organizaron bodas en 2 semanas, Raquel aconseja tomarse 6 meses para disfrutar del proceso y conseguir mejores opciones.
Su minucioso trabajo y perfeccionismo, la motivaron a abrir una nueva línea de negocio para tener el total control de la calidad del mobiliario para sus eventos. “No me parecía justo llegar al evento y que el mantel esté quemado o la copa sucia”, dice sobre las motivaciones que la impulsaron a invertir en mesas, sillas, manteles, copas y cubertería, entre otros.
Poco a poco, la empresaria aspira a seguir creciendo y a seguir certificando la calidad de su trabajo a nivel internacional, para cumplir los sueños de todas las parejas, pues aunque Tarija es un lugar remoto en cuanto a la organización de eventos, todos sueñan con una boda perfecta, y merecen tenerla.
“Permítanse soñar y disfrutar”, dice para concluir a todas las pareja que hoy planean su boda, pues ese momento marcará el principio del resto de su vida.
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Mercedes Bluske
