Los relatos de la Guerra del Chaco (1932-1935), muestran que el peor enemigo de los combatientes de ambos bandos fue la supervivencia en terrenos inhóspitos, donde el hambre y la sed se convirtieron en el pan de cada día.
Con el pasar de los años siguen surgiendo relatos que reviven esta cruenta batalla en uno de los lugares más calientes y ricos de la tierra, el Gran Chaco.
Esta vez, la historia llega desde el aire y contada en colores, sí en dibujos animados. Por primera vez este conflicto bélico es contado desde la historia de un piloto y en un formato inusual para este tipo de hechos históricos, que nos tienen más acostumbrados a los documentales.
“Es importante de que en Bolivia puedan conocer que estamos haciendo esto porque justamente es algo que nos toca a los dos países, es parte de nuestra historia”, comenta al equipo de prensa de Verdad con Tinta la responsable de prensa de la productora paraguaya Kili Estudios, Natalia Quinteros.
Esta es una producción a la cabeza del joven director paraguayo, Joaquín Serrano, quien es un apasionado por la aviación y por la animación.
El proyecto surge tras realizar una investigación por parte de Serrano de la Guerra del Chaco, planteándose escribir un guion en conjunto con Eliana González.
“Los aviadores del Chaco tuvieron un rol fundamental durante la guerra, por lo que la película será contada desde el punto de vista de la aviación”, relatan desde la producción.
El largometraje tiene como público objetivo a jóvenes de 13 años en adelante. Utilizando la animación como recurso cinematográfico, desde la producción indican que el objetivo es “revolucionar el medio y abrir el camino a más proyectos en este formato”.
La historia se centra en el personaje de Rogelio, un joven paraguayo de 20 años, quien va a defender a su país en la Guerra del Chaco. Empieza la aventura en la artillería y por necesidades de la guerra es trasladado a la aviación, donde vive las experiencias más desafiantes para sobrevivir.
“Po’i”, mejor conocido como “Comanchaco”, conoce a su compañero de vuelo del Potez 25, Carmelo, un piloto de la aviación paraguaya.
En la villa militar se encuentran con Dolores, quien asume la identidad de “Manuel” para ir a la guerra disfrazada de hombre y estar con su hermano en la infantería.
Tras una misión de reconocimiento, la fuerza aérea paraguaya es interceptada por aviones bolivianos, donde se produce el primer derribo de un avión paraguayo. La caída en picada del Potez 25, desencadena una serie de sucesos que podrán a prueba la sobrevivencia de los protagonistas.
La productora Kili Studios lanzó el pasado 7 de mayo en Asunción el primer “teaser” o avance oficial del que será el primer largometraje animado producido por Paraguay.
El proyecto se encuentra actualmente en etapa de desarrollo, en búsqueda de posibles co-productores y fondos públicos o privados.