En la comunidad de Rujero, municipio de Uriondo, se encuentran fósiles que están a la vista y al alcance de todos, porque están expuestos al ras de la tierra. Los comunarios están preocupados por el descuido del patrimonio; sin embargo, existe un proyecto realizado por la Alcaldía, que espera desde el año 2017.
La aventura comienza al ingresar al municipio de Uriondo, desde la plaza principal de El Valle de la Concepción se avanza diez minutos al oeste hasta encontrar un letrero de color negro que indica la ruta a Rujero.
Al perder de vista el camino asfaltado y entrar por la ruta de tierra, puede observarse un paisaje de lomas erosionadas. A un costado, muy cerca del camino se encuentra el primer cartel donde menciona: Prohibido extraer restos fósiles, multa 1000 bolivianos.
Bajo del texto menciona la ordenanza municipal Nº 15/2005, que fue emitida por el Gobierno Autónomo Municipal de Uriondo.
Después de unos treinta minutos, se encuentra el hogar de Moisés Choque, pero esta vez sale su esposa, sorprendida por la visita. Se la ve desconfiada, el ambiente se puso tenso y un poco hostil al saber que se busca los fósiles que existen en el lugar.
En instantes, ella cuenta que posee restos al lado de su viejo horno de barro en un mesón de dos metros.
Al ingresar al lugar, se constató que los fósiles eran muelas y restos de animales prehistóricos que alguna vez existieron en lo que es ahora el valle central de Tarija.
Entre una larga charla, Valeriana Tacas Suazo, con un gesto de tristeza y angustia, explicó sobre el proyecto denominado: Parque Cuaternario Comunidad de Rujero, que se encuentra en una segunda fase.
Minutos más tarde llegó el esposo, Moisés, quien manifestó su entusiasmo por la visita y reveló que las autoridades del municipio de Uriondo hasta la fecha no realizan esta obra tan deseada por los comunarios del lugar.
En el recorrido de hora y media por su propiedad, se constató que los fósiles estaban expuestos en sectores erosionados que se formaron con el paso de los años.
Uno de los más impactantes fue el gliptodonte o “tortuga gigante”, como le llaman en la zona, que estaba un 80 por ciento expuesto y un 20% cubierto bajo tierra.
Para mantener a este fósil prehistórico, Moisés lo protege con ramas de los churquis para que los animales de la zona, especialmente las chivas como las mismas personas no los destruyan.
“Las autoridades estuvieron aquí el viernes -17 de mayo- y vinieron a verificar el lugar. Yo les hice conocer los restos más importantes, pero es de gana su visita si es que aún no hacen nada por este patrimonio que tenemos aquí; sin embargo, estamos a la espera de la construcción de este gran sueño’’, comenta Moisés.
Durante el recorrido, pudo observarse otro gliptodonte más pequeño, destruido en pedacitos por las diferentes condiciones climatológicas, especialmente las lluvias.
“Tal vez esté enterrado bajo toda esta capa de tierra, es impresionante encontrar estos bichos tan grandes aquí”.
Moises Choque
El pequeño gliptodonte se encontraba a unos 15 metros de profundidad dentro de un barranco. Llegar a los restos era dificultoso por las distintas partes erosionadas del lugar.
En el sitio, existe un fémur y da a entender que pertenece a una de las 12 especies del periodo Cuaternario de la era Cenozoica.
Los restos de este animal se encuentran expuestos a un costado de la loma.
“Puede ser que el fósil -esqueleto completo- aparezca cuando se haga la excavación”.
Al hacer una parada durante la caminata puede divisarse “el cuello de algún animal”.
“Tal vez esté enterrado bajo toda esta capa de tierra, es impresionante encontrar estos bichos tan grandes aquí”, dice Moisés que hace de guía.
A centímetros, se encontraban restos fragmentados de la muela que por cambios climáticos se habían destruido.
Minutos más tarde, el equipo de periodistas ingresa a un río seco y dentro de este pudo encontrarse una variedad de restos como ser algas, fósiles de 50 centímetros aproximadamente. Al terminar una parte del recorrido, se constata que el lugar es una mina de fósiles expuesta y sin cuidado.
- El hurto de los fósiles, un silencio profundo
Entre los sueños más deseados por la comunidad está la construcción del primer parque cuaternario, porque ayudará al desarrollo turístico y económico del lugar. Sin embargo, no hay avance desde la conclusión de la segunda fase en el año 2017. ¿Cuándo será realizado?
“Mi idea es hacer un museo pequeño, pero tuviera que contratar a un paleontólogo y toda la cuenta correría de mi bolsillo, quisiera poner un galpón con vidrios para que los fósiles estén ahí”, revela Valeria.
Mientras el citado proyecto no sea realizado, los restos fósiles disminuirán por la cantidad de hurtos que existen.
“Sí, se perdieron muchos fósiles, por eso hicimos poner los letreros al alcalde –Álvaro Ruiz García-, pero mayormente la gente anda en las noches, cuando se ve movimiento en autos. Antes ha desaparecido un montón porque venían gente extranjera”, revela la comunaria.
Los pobladores cuentan que los extranjeros que pasan por la zona, ofrecen dinero por llevarse estos fósiles. Ese es el caso de Valeriana.
“Me ofrecieron por la tortuga –gliptodonte- 5.000 dólares, pero no la voy a vender, esto es una reliquia, por esa razón queremos contratar a un paleontólogo para restaurar y hacer un galpón privado”, agrega la mujer.
“Estamos preocupados por este tema de los turistas que varias veces se llevaron ese tipo de ejemplares y esas cosas deberían de estar bien protegidas, para eso necesitamos que se haga el museo”, dijo el cuidador.
“No tenemos exactamente un control, porque sabemos que los turistas vienen, y como no somos tantos los comunarios, algo hacemos, pero, no podemos dar una protección las 24 horas. En Tarija hubo una denuncia donde incluso el director –del Museo Nacional Paleontológico- tiene conocimiento”.
Dos personas ya habrían sido procesadas en la ciudad de Tarija por el hurto de fósiles.
“Estamos preocupados por este tema de los turistas que varias veces se llevaron ese tipo de ejemplares y esas cosas deberían de estar bien protegidas, para eso necesitamos que se haga el museo”.
Cuidador de la zona
“Anteriormente, el Gobierno Municipal ponía un guarda parque, hoy se está realizando ese convenio, pero el cuidado no es riguroso, porque tenemos solo una persona en el lugar’’, agregó.
Moisés dijo que la extensión de la zona hace casi una tarea imposible de controlar para el cuidador.
Una historia perdida en el camino
El director del Museo Paleontológico, Fredy Paredes Ríos, mencionó que la localidad de Rujero tiene presencia de fósiles.
“Es una cuenca pequeñita, pero con abundante presencia de fósiles en medio de sus sedimentos. En el pasado no le dieron mucha importancia al tema de investigación de que gran parte de este material ha sido fragmentado”.
“Nosotros fuimos a hacer excavaciones ahí y últimamente negaron la entrada al sitio y hacer los trabajos que por ley tenemos que hacer, lamentablemente, estas piezas científicas no se las estudia y carecen de valor. Muchos hacen excavaciones, pero esto no va acompañado de un debido informe de campo”.
“El material se encuentra bastante fragmentado, seguramente hay niveles estratigráficos muy interesantes ahí que se pueden conservar y preservar, ya en el pasado, hace unos 10 años, en ese lugar se tenía el proyecto de hacer un parque natural museo de sitio donde el visitante pueda tener un circuito, pero eso no prosperó, ahora el material está así… destruido’’.
¿Será posible que la Alcaldía de Uriondo niegue la entrada al Museo Paleolítico?
Paredes da la respuesta: “Saben la situación política en el país, y hay municipios que no comen ni dejan comer, tienen que darse cuenta que este es un material científico y patrimonio natural. Las leyes dan orden y credencial para hacer trabajos donde sea. El que tiene un terreno no compra lo que hay porque pertenece al Estado, acá en Tarija, el Museo Nacional Paleontológico se encarga de administrar esos hallazgos. Nosotros no estamos para discutir, hacemos ciencia y ese es el único lugar problemático, porque en otros lugares avisan”.
“No fuimos con las autoridades de allá, porque mientras ellos sigan optando por instancias de afuera y no por lo que hay en la casa estamos mal. Nosotros estamos esperando que vengan porque -los fósiles- deben venir al museo, no ir a otro lado. Parece raro que autoridades de ahí desconozcan que hay una institución nacional”.
Existen leyes que preservan el patrimonio cultural en Bolivia, una de ellas es la 530.
La Ley 530 de patrimonio cultural boliviano, en el artículo uno norma y define políticas públicas que regulen la clasificación, protección, conservación, restauración, difusión, defensa, propiedad, custodia, gestión, proceso de declaratorias como salvaguardia.
El director de Turismo de la Alcaldía de Tarija, Never Gonzales Cortez, recordó de la ley departamental y la 031 que supervisa, controla y preserva, “pero lamentablemente el brazo operativo en el tema de personal es limitante”, acotó el funcionario.
Según Gonzales, la Ley 292 dice que los comunarios son dueños del espacio, siendo necesario pedir permiso, porque no puede entrarse por cuenta propia para hacer un proyecto de turismo comunitario.
La peregrinación en busca de información en la Alcaldía de Uriondo
Se trató de buscar información en la Alcaldía de Uriondo, pero vanos fueron los intentos que se cumplieron los versos de los Montoneros de Méndez: “Tantas idas y venidas, tanto pasar por aquí, se han de acabar tus zapatos…”
Entre las oportunidades que se dieron de hablar con funcionarios de la Alcaldía de Uriondo, siempre negaron dar declaraciones sobre el proyecto de la construcción del Parque Cuaternario en Rujero.
El peregrinaje comienza el martes 21 de mayo en la Secretaría de Turismo de la Alcaldía de Uriondo.
Ahí los funcionarios con un tono de desagrado se negaron a responder las preguntas y postergaron la reunión con el encargado de Rujero por las siguientes 24 horas.
Al día siguiente, la secretaria de la entidad actuó de la misma manera y mencionó que el encargado esperaba por la entrevista. Sin embargo, inició la caminata por las oficinas en busca de la autoridad y al preguntar en cada una de ellas los trabajadores no respondieron preguntas y se pasaron el relevo de uno a otro como una pelota de ping-pong.
Al ingresar a la oficina correcta y mencionar el tema de Rujero, los trabajadores del lugar se vieron envueltos por un silencio como expresiones confusas. Minutos después se encontró al ingeniero encargado del proyecto, quien sorpresivamente dijo que no tenía conocimiento del tema.
Poco después explicó que su compañera –arquitecta- de trabajo conoce más del tema. Al hablar con ella, revela que no tiene conocimiento y que hablaría con la persona encargada del proyecto. Minutos después, dando la respuesta de confirmación indicó que no podría atendernos. “Yo les llamaré para que puedan realizar la entrevista”.
Al salir de las oficinas y acercarse a la secretaria para pedir la Ordenanza Municipal Nº15/2005, los funcionarios indican que los documentos se encuentran en la segunda planta.
Al ingresar y preguntar por dicho documento, la encargada de la oficina dijo que esos documentos no los tenían en ese momento porque estaban archivados desde el año 2012 y que debe hacerse una carta al alcalde para que se obtenga el mismo.
Al esperar su confirmación en las primeras 24 horas, se optó por realizar la llamada a la arquitecta y mencionó que se le había olvidado preguntar por el encargado, refiriendo que en otras 24 horas daría la confirmación.
Nuevamente se repitió el acto y la encargada dijo: “Enseguida pregunto y le vuelvo a llamar”. No volvió a llamar.
El concejal de Uriondo, Jesús Gira Martínez, informó que ante la presencia de más de medio centenar de especies en el valle central de Tarija, mediante gestiones entre la Alcaldía de Uriondo, el Concejo Municipal, aprobaron la construcción de un parque cuaternario en la comunidad de Rujero ubicada a casi 30 kilómetros de Tarija.
Gira dio a conocer que son 20 hectáreas que fueron donadas al Gobierno Municipal y ahora debe sanear los predios para la construcción de un lugar turístico.
Para el proyecto, se ha identificado un área construida de 1300 metros cuadrados que comprenderá el sector administrativo, de exposición y de gestión, con un espacio total de 130 mil metros cuadrados para hacer recorridos o caminatas para ver las piezas que se encuentran por toda la zona.
“Rujero se constituye en un cementerio de restos fósiles de gran envergadura y una riqueza patrimonial que tiene el departamento y el municipio de Uriondo, por ello nos reunimos con el alcalde Álvaro Ruiz y el Concejo Municipal para autorizar recursos económicos con el fin de hacer trabajos previos de prevención de cuidado, protección de lugares donde se encuentran los restos fósiles”, explicó el concejal.
El alcalde de Uriondo, Álvaro Ruiz García, sostuvo anteriormente a los medios de comunicación que el estudio para el parque y museo paleontológico cuaternario tuvo una inversión de más de Bs 150 mil, mismo que ya fue concluido.
Para la ejecución de ese proyecto, más el equipamiento, se necesitan Bs 8 millones.
La Alcaldía de Uriondo garantiza dos millones, pero conseguir el resto significa golpear las puertas del Gobierno Nacional, y otras instituciones que estén interesadas en promover el turismo.
Recordó que los comunarios de Rujero ya hicieron su aporte, donaron diez hectáreas de tierra donde está el yacimiento de los fósiles, además desempeñan el rol de cuidadores de esa zona, para evitar que sigan desapareciendo los restos óseos.
La Alcaldía de Uriondo paga a los comunarios por realizar esa labor, pero sobre todo, los habitantes de ese lugar tienen el interés de que su comunidad sea una ventana del turismo.
El sueño de los comunarios
Durante la espera de este proyecto, que aún no tiene fecha de inicio de construcción, los habitantes de Rujero se sienten impotentes al no poder hacer nada por el hurto y la desaparición de los fósiles.
Los sueños y deseos con el paso de los años se van desvaneciendo ¿Se hará realidad esta ilusión de los comunarios?
La seguridad del lugar es importante, porque hay riqueza fosilífera. “Con el tiempo si no se hace nada podría desaparecer este patrimonio”, dijo Valeriana, una de las comunarias de Rujero.
Este proyecto quedó paralizado desde el año 2017, hasta la fecha no se ve ningún avance.
Existe una cuidadora en el lugar, pero es imposible para ella abarcar toda el área de 231605.82 metros cuadrados donde se encuentran los fósiles.
“Mientras no se realice el proyecto, los turistas o personas externas al lugar seguirán obviando los letreros y extraerán estos fósiles, las autoridades siguen durmiendo, el patrimonio seguirá desapareciendo. Cuando el proyecto se ponga en marcha no habrá nada en el lugar, hago un llamado a las personas porque son ellas quienes eligieron a los gobernantes y las que pueden hacer que se cumpla este sueño”, declaró Moisés, otro comunario de la zona.
Staff
El reportaje fue realizado por los estudiantes de la materia Investigación Periodística de la Universidad Privada Domingo Savio a cargo del docente, Daniel Rodríguez.
Los estudiantes que realizaron este reportaje son: Carla Revollo, Cliver Montalvo y Cristian Díaz.
Todos los trabajos fueron supervisados por el equipo de trabajo de Verdad con Tinta.F