«It is one of the most unique places I have ever been», le revela en su idioma el profesor Brandon a Mercedes Villena Cassal, una de las instrumentistas de la Orquesta Filarmónica de Tarija que lo acompaña hasta la terminal aérea Oriel Lea Plaza para despedirlo, terminando una experiencia inolvidable para ambos.
Lo que él le dijo es que había estado en un lugar “único”, donde la música fluye sola, en un entorno ideal para conjugar los instrumentos con las voces.
Brandon A. Boyd es director asistente de actividades corales y profesor asistente de educación de música coral en la Universidad de Missouri, Estados Unidos.
Boyd dirige el conjunto de hombres del concierto coral. Además de sus tareas de dirección, imparte una variedad de cursos de pregrado y posgrado en dirección como en educación musical coral.
Aparece regularmente como director de orquesta, clínico, compositor en residencia, pianista colaborativo y conferencista.
Este músico de gran experiencia llegó a Tarija por medio de un acuerdo entre la Universidad Católica Boliviana San Pablo (UCB), la Universidad de Missouri y la institución Partners of the Americas.

La UCB-Tarija ha consolidado hace tres meses un convenio de cooperación con la Universidad de Missouri que tiene departamentos de diferentes carreras, incluyendo el de Música. Es así que este proyecto a favor de la cultura pudo concretarse, además del apoyo percibido de Partners of the Americas.
Boyd dictó un taller tanto para cantantes solistas, coristas e integrantes de orquestas en técnicas de canto de Tarija.
El director estadounidense dirigió el pasado viernes un concierto en el Teatro de la Cultura, estando a cargo de la Coral Andaluz y de la Orquesta Filarmónica, además de tocar el teclado. Los intérpretes mostraron lo mejor de la música americana de compositores afroamericanos, como es el caso del mismo Boyd.
Mientras el músico estaba en el escenario de espaldas al público moviendo de un lado para el otro la batuta, se lo veía con una camisa blanca, muy prolija como todo director de orquesta. Al darse la vuelta para saludar a los espectadores que le aplaudían, todos se sorprendieron al ver que llevaba puesta una camisa de chapaco.
Si bien Boyd no habla español y la mayoría de los músicos tarijeños poco sabían del inglés, de ambos bandos se entendieron por el lenguaje universal al ensayar: la música. El resultado fue único.