En los últimos años Bolivia ha logrado triplicar la generación de energía eléctrica, llegando a sobrepasar hasta en un 30% la demanda interna, la cual es de 1.500 MW.
Si bien esto ha permitida al país convertirse en un exportador de energía, sin duda alguna el reto de cara al futuro es lograr aprovechar el potencial de los suelos bolivianos para la generación de energías renovables; especialmente la energía solar, para la cual las condiciones son óptimas.
La privilegiada posición geográfica del país lo sitúa entre los países que recibe mayor radiación solar en el mundo, para ser más precisos, dos terceras partes del territorio nacional ocupan el podio de radiación a nivel mundial. Las zonas del altiplano y los valles son especialmente beneficiadas por este fenómeno, pues el nivel de radiación es tres veces más alto que el promedio.
La energía foto solar voltaica se ha convertido en la última década en una de las fuentes de generación de energía predilectas para frenar los impactos del cambio climático, debido a su eficiencia, agregando un significativo valor medioambiental, al margen del impacto económico.
Según el ingeniero Diego Rojas, experto en energías renovables, el 30% de la generación eléctrica del país proviene de fuentes “limpias”, pero el país tiene el potencial para superar ampliamente ese porcentaje, especialmente de la mano del litio y la energía solar.
Bolivia posee el 25% de las reservas de litio del mundo, posicionando al país como el candidato ideal para la industrialización de este recurso, el cual tiene la capacidad de almacenar energía en baterías eléctricas y acumuladores termosolares, posee gran eficiencia energética y es un recurso elemental para la producción del tritio, que es el combustible de la fusión nuclear.
Aunque Bolivia es el líder mundial en reservas de litio, países como Argentina y Chile, pese a tener menor materia prima, se encuentran más avanzados en cuanto a explotación e industrialización ya que sus políticas apuntaron a atraer inversiones extranjeras para trabajar al respecto.
“El último gobierno ha puesto las cosas muy difíciles a las empresas extranjeras que querían invertir en el litio”, explica Rojas, quien expone que en la gestión de Morales se terminó haciendo un acuerdo con la empresa alemana ACI Systems; una compañía que, según Rojas, sólo tiene 20 personas en su planilla y jamás a extraído litio. Aunque el acuerdo con la empresa alemana fue disuelto hace unas semanas, dejando en el limbo el proyecto, el potencial sigue siendo el mismo.
Eso nos devuelve a la energía solar, la cual se erige como una opción más viable y desarrollable ene le país. De hecho, en el país ya operan empresas que realizan la instalación de paneles tanto en domicilios como empresas, para la generación de energía eléctrica.
“Yo hice un estudio para una fábrica en Bolivia, en el que la inversión de la instalación de más de 100 paneles solares se recuperaba en 8 años, generando 15 años de ganancias netas”, explica Rojas respecto a la viabilidad y beneficios económicos que representa esta opción.
De cara al nuevo escenario energético, el desafío está en generar políticas públicas que logren facilitar la implementación de la energía solar. “Ha habido algunos pecados de omisión”, agrega respecto al trabajo de instancias como el viceministerio de Energías Renovables, en cuanto a políticas públicas se refiere.
Países como Estados Unidos tienen políticas que fomentan el uso de energía solar, ya que la energía excedente que generan los hogares, empresas u oficinas, es vendida a las compañías eléctricas y las compañías están obligadas a comprarla .
Mientras tanto, en Bolivia, no solo que no existe una ley que permita vender la energía, sino que la norma prohíbe devolver el excedente de energía a la red de las compañías.
“No solo que tenemos que desperdiciar esta energía, sino que tenemos que poner equipamiento especial en nuestras instalaciones solares, para evitar que la energía eléctrica excedente, vuelva por la misma línea que nos llega la energía de la compañía eléctrica”, explica Rojas.
Se trata de la norma NB 777 Instalaciones Eléctricas, la cual en el punto número 12.3 establece que en el caso de fuentes propias de energía, estas deben tener un dispositivo de protección contra el retorno de la energía hacia la red. Caso contrario se establecen multas.
Bolivia y los mercados de las energías alternativas
“El uso de la energía es la base del desarrollo”, dice Jaime Villena Morales, quien es el director del Departamento de Ingenierías y Ciencias Exactas de la Universidad Católica Boliviana de Tarija.
La afirmación de Villena se refiere a los mercados existentes y los que se abren con las energías alternativas en el país.
Para contextualizar un poco, el académico explica que la humanidad ha usado la energía desde tiempos “inmemorables”.
En el siglo XVIII no existían los combustibles fósiles, pese a que el petróleo se utilizaba en ese entonces con fines médicos y militares, siendo la principal fuente energética de la época: la madera.
Con la Revolución Industrial (1760-1840), las sociedades han cambiado su forma de consumir energía.
La energía disponible entonces era la fósil, que sigue siendo relevante y de uso predominante como el gas o el petróleo.
Tanto el gas como el petróleo se están haciendo cada día más escasos y su extracción más costosa, lo que abrió las puertas a nuevas alternativas de energías.
Las energías alternativas ya aparecen en la actualidad como un porcentaje, aunque menor, en la provisión energética de potencias como Alemania, China, España, Estados Unidos y Francia.
“Esta tendencia va en alza, porque aparte del factor económico del costo más alto de los hidrocarburos, está la presión medioambiental que se opone al uso de las energías fósiles por el daño que causan”, dice el docente.
Todo este contexto favorece a las energías limpias o alternativas.
Por ejemplo, en el departamento de Tarija ya existe una planta solar en el municipio de Yunchará que está aportando al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Esta planta aporta con 5 megavatios (MW) de energía limpia al SIN.
La matriz energética en Bolivia todavía es termoeléctrica, pero es uno de los países sudamericanos qué mayor inversión está realizando en energías alternativas.
La demanda de potencia de Bolivia es de 1500 MW aproximadamente, según afirmación de funcionarios de la Empresa Nacional de Electricidad (Ende).
Ende Corporación en sus últimos informes, refirió que se tienen excedentes de potencia instalada en Bolivia.
Este panorama da al país, posibilidades de exportación de energía. La Argentina es uno de los mercados potenciales donde ya existen acuerdos previos.
Ocho de los nueve departamentos del país estarían conectados al SIN, siendo Pando la única excepción.
“Las energías no renovables son cada vez menores y el estudio de otras fuentes de energía es una demanda actual”, asegura Sandro Nieto Méndez, uno de los docentes de la nueva carrera de Ingeniería de Energías de la UCB-Tarija.
Villena cree que el uso de la energía fósil, todavía tiene un largo periodo de utilización, pero de forma paralela, existe un creciente uso de las energías renovables, por los motivos anteriormente citados.
“Las energías renovables son el futuro de la generación energética en todo el mundo, respaldadas por tendencias imparables que incluyen la reducción de costes, la ‘descarbonización’, la digitalización y la electrificación del calor como el transporte, pero la velocidad de esta transición todavía está en juego”, dicta un análisis de elperiodicodelaenergia, un medio especializado en el área.
Nueva carrera
Haciendo una lectura de este panorama, la UCB-Tarija dio un nuevo salto en el camino de las energías alternativas con la apertura de la primera carrera que se enfoca en este rubro.
La Carrera de Ingeniería de Energías fue inaugurada este 2019 y dará sus primeros pasos el 2020, con la intención de dar profesionales al país con una visión amplia del manejo de los recursos energéticos.
“Teniendo en cuenta que se usan tecnologías, sistemas y recursos diferentes, aparte de economías diversas, es necesario contar con profesionales que entiendan la gestión”, indica el académico.
En esa línea, Villena refiere que los nuevos profesionales de esta carrera deberán entender mejor la economía, la tecnología, los sistemas y el manejo de los recursos para ambos tipos de energías, tanto las fósiles como las alternativas, asegurando un amplio mercado.
Esta carrera busca adaptarse a las necesidades de la sociedad contemporánea y buscar alternativas para el futuro.
A continuación, les mostramos características y ventajas de esta nueva carrera:
1.- La Ingeniería en Energía es la rama de la ingeniería, cuyo objeto de estudio son las fuentes de energía, ya sean renovables o no renovables, así como su impacto sobre el medio ambiente, su distribución, transporte y eficiencia, entre otros.
2.- La salida laboral para los profesionales es muy amplia, pues estos pueden centrarse en el campo de investigación, desarrollo de tecnologías energéticas, industria transformadora, servicios relacionados a energía, consultoría, medio ambiente, generación de eficiencia en consumo energético, dirección y gestión de operaciones energéticas en centrales nucleares, termoeléctricas, geotérmicas o eólicas, entre otros.
También pueden centrarse en generación de combustibles, biocombustibles y hasta docencia.
“Las energías no renovables son cada vez menores y el estudio de otras fuentes de energía es una demanda actual”, asegura Sandro Nieto Méndez, docente de la nueva carrera.
3.- La demanda en el extranjero es masiva, cada vez más empresas, independientemente del rubro industrial al que pertenezcan, buscan incorporar ingenieros en energía a sus equipos, con el fin de explorar con fuentes energéticas y nuevas tecnologías, con el fin de volver más eficientes sus procesos energéticamente hablando.
En el país la demanda es emergente, pero cada vez es mayor; pero son muy pocos los profesionales formados en este campo, pues hasta ahora no existía la oferta académica en el mercado nacional. Los pocos profesionales en la materia eran formados en el exterior.
La mejor inversión en el desarrollo de las energías alternativas es la profesionalización, un paso importante que empieza a darse desde el sur.
Aparece una luz en el camino del desarrollo energético del país.