San Valentín, el santo patrón del amor y la amistad, es una de las celebraciones más populares en todo el mundo, aunque su día el 14 de febrero, es ampliamente conocido como una festividad cristiana, sus orígenes se remontan a tradiciones antiguas, además de mitos griegos y romanos.
Eros, Psique y Afrodita
Un dios griego relacionado con el amor es Eros, también conocido como Cupido en la mitología romana. Eros simboliza en parte la lucha por el amor. En una famosa historia, Eros se enamoró de la belleza de Psique, una mortal, y decidió unirse a ella en el matrimonio.
Esta historia ha sido una fuente de inspiración para muchas obras de arte y literatura, siendo utilizada como un símbolo del amor y la pasión.
En la mitología griega, la historia de Eros y Psique es estrechamente relacionada con la celebración de San Valentín.
Psique era una princesa hermosa que atraía a todos los hombres, lo que hacía enfurecer a la diosa Afrodita —Venus para los romanos—, quien era celosa de la belleza de Psique.
Afrodita le encargó a Eros flechar a Psique para que se enamore de un hombre feo.
Sin embargo, Eros se enamoró de Psique y la unió en matrimonio, pero le impuso la condición de que nunca debía ver su rostro.
Eros impone esta condición a Psique debido a su naturaleza divina y por temor a que, si ella veía su verdadero rostro, se enamoraría de alguien más y él perdería su amor. Además, se decía que el rostro de los dioses era tan hermoso que resultaba peligroso para los mortales verlo. De esta manera, Eros quería proteger su amor y su matrimonio.
En el libro Mitología griega y romana, Pierre Commelin describe las representaciones de Eros o Cupido como “ un niño de siete u ocho años de aire holgado, pero malicioso; armado de un arco y un carcaj lleno de flechas ardientes…”.
Cupido, Faunnus y Roma
Uno de los mitos más famosos que rodean a San Valentín es el de Cupido, el dios romano del amor y contraparte de Eros. Según la leyenda, Cupido era conocido por disparar sus flechas de amor a las personas, haciéndoles sentir una atracción irresistible el uno por el otro. Si bien la historia guarda similitudes con la de Eros, Cupido es la interpretación romana de dicha historia.
Commelin señala que “Cupido” expresa “el amor violento” en Latín.
En la antigua Roma, el 15 de febrero se celebraba el festival de Lupercalia, que honraba a Faunus, el dios de la agricultura y del amor. Durante este festival, los jóvenes solteros se reunían para elegir a sus parejas. Este festival, que se caracterizaba por su alegría y su exuberancia, ha sido visto como un precursor del Día de San Valentín.
San Valentín y la Iglesia católica
En 494 d. e. C., el papa Gelasio I (496 d.C.+) decidió asignar el 14 de febrero como el Día de San Valentín en honor al mártir cristiano Valentín de Roma.
Aunque la verdadera identidad de San Valentín es incierta, se cree que fue un sacerdote que realizó bodas clandestinas durante el reinado de Claudio II, cuando los matrimonios cristianos estaban prohibidos.
Según la leyenda, Valentín de Roma (175-269+) era un sacerdote que vivió en el siglo III. Durante esa época, el emperador romano Marco Aurelio Claudio II (214-270+) prohibió los matrimonios y las bodas, porque creía que los hombres solteros eran los mejores soldados.
Sin embargo, Valentín continuó casando a parejas en secreto y bendiciendo sus uniones. Cuando esta situación llegó a oídos del emperador, fue arrestado y condenado a muerte.
Aunque no se conoce con certeza el origen de la historia de San Valentín, ya que existen hasta tres figuras históricas, este fue canonizado como mártir por la Iglesia católica y su fecha de muerte, el 14 de febrero, se convirtió en una festividad en su honor.
Si bien no existe una certeza sobre la fecha del fallecimiento de Valentín, se cree que la misma fue impuesta por la Iglesia católica cuando fue declarada religión oficial para suprimir las costumbres paganas en Roma sobre esta celebración.
Una de las misiones del papado de Gelasio I fue de «extinguir las derivaciones paganas», según afirma el sitio oficial de información del Vaticano.
Las diferentes investigaciones históricas coinciden en ubicar al «santo del amor» como alguien que vivió en Roma en el siglo III y se rebeló con el gobierno del emperador Claudio.
Se cree que fue martirizado, porque este destino era común para los cristianos prominentes de su época, cuando el Imperio Romano vio a ese grupo como una amenaza para el orden.
Sobre su muerte se conoce que fue decapitado. Fue detenido y enviado por el emperador al prefecto de Roma, quien al ver que todas sus promesas para hacerlo renunciar a su fe eran ineficaces, mandó que lo golpearan y después lo decapitaran.
Con el tiempo, esta fecha se convirtió en un día para honrar y recordar el amor.