Fue hace cinco años cuando el director de cine boliviano Martín Boulocq le contó una idea para una potencial película a Andrea Camponovo, su esposa. “Martín escribe a partir del personaje. Una noche vimos una obra de ópera y luego me dijo que tenía una idea a partir del protagonista”, recuerda la productora y actriz tarijeña. Dicho comentario desembocaría en la producción de El visitante —2022—, película boliviana que ya suma cuatro premios en festivales internacionales.
Plasmar la idea en un material fotosensible, para luego reproducirla en la gran pantalla, fue un proceso de años; tiempo en que el equipo se dedicó tanto a buscar financiamientos como a sobrellevar los problemas políticos del país que frenaban su trabajo.
La producción contó con el Fondo de Intervenciones Urbanas 2019, además de un fomento del Instituto Nacional del Cine y el Audiovisual de Uruguay, ya que la película fue una coproducción con participación minoritaria desde Uruguay, por parte de la productora Cimarrón. Según explica Andrea, ello significó una “condición ideal” poco habitual para trabajar una película en el país.
“Tuvimos unas condiciones presupuestarias ideales. Fue un año excepcional gracias a la aparición del Fondo de Intervenciones Urbanas, al cual aplicamos y fuimos uno de los beneficiados. Sin embargo, tuvimos que enfrentarnos a algunas dificultades durante el rodaje debido a los conflictos políticos de 2019”, recuerda.
Sobre la experiencia de una coproducción entre artistas bolivianos y uruguayos, Andrea resalta que “es algo que siempre suma». «Sumamos talento y miradas”.
El visitante fue grabada tanto en la parte urbana como en los alrededores de Cochabamba, y cuenta con escenas de hasta 200 extras.
En su paso por festivales internacionales, El visitante se llevó los premios a Mejor Guión en el Tribeca Film Festival de New York y en el Festival Internacional de Lima—, Mejor Película —Antalya Film Festival Turkey— y Premio SICA APMA Tato Miller —Mar del Plata Film Festival—.
La película cuenta la historia de Humberto, un cantante de velorios que acaba de salir de la cárcel. Su mayor deseo es recuperar el vínculo con su hija y ofrecerle una vida digna, pero los abuelos de la niña, pastores evangélicos, no están dispuestos a ceder fácilmente la custodia de su única nieta.
Andrea hace énfasis en que “se trata de un fenómeno en Latinoamérica, se habla de lazos familiares y de estructuras jerárquicas de poder”.
Si bien la película ya pasó por cines nacionales, se espera que se proyecte en Uruguay en las próximas semanas. Además no descartan la posibilidad de que pueda sumarse a la plataforma de streaming Bolivia Cine.
Finalmente, la productora de la película resalta los buenos comentarios y aceptación por parte del público general y la crítica.