Julián Julio Cartagena Vallejos, conocido popularmente en Tarija como Chiquis falleció este jueves 3 de octubre a un día de que se realizara un acto de homenaje por su gran legado sobre las tablas. El reconocido director de teatro, fundador del café-teatro Caretas, ha sido el motivo de numerosas reacciones en las redes sociales y en las calles, pero especialmente en las tablas por una comunidad que reconoce no solo su trayectoria, sino de su legado a favor de la cultura regional.
Desde 1986, Julián se desempeñó como director teatral, convirtiéndose en una figura clave en Tarija para que jóvenes talentos y actores con experiencia presenten obras como La Orgía y Un Ataúd para Dos por mencionar algunas.
Julián Cartagena también es reconocido por conducir junto a Rolando Quiroga León el programa Lo bueno, lo malo y lo feo en la plataforma de Facebook, donde por medio de la sátira y el análisis político proyectaba una visión más crítica y filosófica del teatro como de la sociedad boliviana.

“Julián Cartagena a sus órdenes”
David Valdez, exactor de la compañía Caretas, recuerda sus primeros acercamientos con Chiquis. “Me saludó y dijo ‘Julián Cartagena para servirle’”, y añade, que siempre fue una persona abierta y cómica. «Nunca fuera de todo. Su método de enseñanza era sobre nosotros. No nos decía cómo él veía al personaje, nos hacía verlo y crearlo”.
Para David, “Chiquis” era un ser puro de corazón y pintoresco, una caricatura en el mejor sentido de la palabra. “Podía imitar la voz de la mujer rara hasta la del hombre más común, pero cuando se ponía serio, se ponía serio de verdad, me llegaba a intimidar”.
Los momentos que guarda de su maestro son aquellos que compartieron fuera del escenario. “Voy a guardar su memoria en modo Chiquis, no de director, era muy lindo compartir con él».
Inmortalizado en la memoria ciudadana
“Chiquis” Cartagena no solo es reconocido por aquellos que llegaron a conocerlo y trabajaron con él, pues de manera oficial fue declarado este 2024 como «Ciudadano Destacado» por el Concejo Municipal.

Un homenaje que no fue
Por la compleja situación económica del gestor cultural, estaba previsto para este viernes 4 de octubre un evento de homenaje, el cual serviría para recaudar fondos de apoyo, pero el evento tuvo que ser cancelado tras su fallecimiento, confirma el comunicado oficial de la Casa de la Cultura.
Los grupos de teatro Caretas y Oráculo, junto a directores y actores que han compartido escenario con Julián se unieron para preparar una representación.
Este trabajo iba a estar dirigido por Rolando Quiroga, actor recurrente en Caretas y Juan Alberto Villa Ontiveros, creador del grupo Oráculo. La idea era presentar una emotiva actuación, «donde el argumento es la vida, y Chiquis es el protagonista».
Chiquis Cartagena y sus pasos en el teatro boliviano
Julián Cartagena, oriundo de Oruro, llegó a Tarija en 1974 para estudiar Auditoría Financiera. Según la versión narrada por una de sus amistades, “al no tener un lugar para quedarse, los policías le ofrecieron temporalmente una celda en la cárcel como refugio». Con el tiempo, hizo amigos y consiguió alojamiento en la casa de una familia local.
Comenzó su trayectoria teatral en La Paz con el grupo Nayra, debutando en la obra El Uniforme Vacío. Tras sus primeros años de estudio en la universidad decidió dedicarse en los 70 de lleno al arte y la cultura, según apuntes de una entrevista cedida el 24 de octubre de 2022 al periódico El País.
Durante su carrera, colaboró con el grupo Túpac Katari y el Taller de Cultura Popular, donde presentó obras de temática política en los años de las dictaduras de Hugo Banzer Suárez (1971-1978) y Luis García Meza (1980-1981).
Se integró en 1985 a la Secretaría de Educación Popular de la Asamblea de Derechos Humanos en Tarija y, junto a Manuel Fariñas fundó el Centro de Comunicación Social, conocido como Portón de la Palmera.
El legado de Chiquis queda en la historia cultural de Tarija y de Bolivia. Esta vez, el telón se bajó y deja un vacío enorme sobre las tablas.