La falta de técnicos especializados es una de las grandes falencias que tiene la organización al momento de dar a los artistas los teatros que tiene la ciudad. “Se las deben arreglar por sí solos”, revela una danzarina
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Mercedes Bluske Moscoso y Jesús Vargas Villena
(Verdadcontinta-abril/2018) La fila daba vueltas el manzano donde se encuentra la Casa Dorada, y las lágrimas, rodeaban el rostro del director de la Casa de la Cultura, Nils Puerta Carranza, quien vio cómo uno de los eventos del festival Abril en Tarija, generaba tal expectativa.
Era una fría noche de teatro internacional en el año 2014, cuando los mejores exponentes se preparaban para presentar diferentes obras con un auditorio repleto en el Teatro de la Cultura, donde la fuerza de los aplausos, cambiaba el termómetro.
Esta es una de las experiencias que deja este festival que aglomera casi a todas las artes en diferentes escenarios de la ciudad de Tarija.
¿Cuándo fue el despegue? Es la pregunta que hace Verdad con Tinta al director de la Casa de la Cultura, Nils Puerta Carranza, quien sin dudar, responde que el factor económico incidió directamente.
“Uno de los elementos centrales es de los recursos económicos”, responde. Y es que este festival desde el año 2005, tuvo un ingreso directo desde el Estado.
La Ley 3045 del 29 de abril de 2005 declara al festival Abril en Tarija como patrimonio nacional, determinando como aporte del Estado.
“Para asegurar su continuidad, el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Hacienda como el Viceministerio de Cultura, asignen anualmente a la Casa de la Cultura de Tarija un monto igual al destinado a los festivales culturales de las ciudades de Sucre y Potosí”, declara la normativa, promulgada por el entonces presidente, Carlos Mesa Gisbert.
Desde ese entonces, el festival empezó a tomar más forma y cada vez, fueron eventos más masivos, con artistas de renombre en diferentes ámbitos.
Específicamente, fueron unos 70 mil dólares que se administraron en esos años por cada gestión del festival.
Con la descentralización administrativa, la obligación pasa a la Gobernación tarijeña.
Este presupuesto se fusionó con uno general, con el que también debe tomarse en cuenta el funcionamiento de la Casa de la Cultura durante el año.
La Casa de la Cultura administra anualmente Bs 1.000.100; ese monto, se divide de los recursos por partidas específicas del Impuesto Directo por Hidrocarburos (IDH), para actividades culturales, posteriormente, del Tesoro General de la Nación (TGN), para mantenimiento más salarios de los funcionarios y por último, recursos de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS), como propietaria de la Casa Dorada, que se encarga del sueldo del director, además de otros gastos de sostenimiento.
De ahí, es que la administración de la Casa de la Cultura debe ajustar el presupuesto. “Nosotros también sufrimos con el recorte”, admitió, mientras se sienta en su despacho, ojeando las diferentes memorias.
“Hemos tenido que administrar de forma más minuciosa”, dijo al momento de explicar que los 70 mil dólares que solían manejar para este festival en los primeros años del 2000, a los 30 mil dólares de la actualidad.
“Que esto nos permita sembrar nuevos valores”, agregó al referir que por este recorte, el festival en esta gestión, pueda promocionar a nuevos artistas en diferentes ámbitos.
Por ejemplo, para la Noche del Humor, que ya es un encuentro tradicional, donde asisten masivamente los espectadores, fue lanzado un casting de niños que cuenten chistes.
Los ganadores engrosarán la lista de los humoristas en la Noche de Humor.
Entre las falencias que tienen, está la falta de un equipo técnico para el Teatro de la Cultura. “Los mismos artistas lo sufren”, revela.
“Le viene vergüenza ajena”, le acota el periodista, a lo que responde poniéndose la mano en la frente y llevándose el pelo para atrás…“sí, así es”.
Los artistas deben poner sus propios técnicos en arte, iluminación y sonido, algo insólito.
Estas situaciones con el recorte presupuestario, son complejas de solucionar, y por ahora, el festival solo debe adoptarse, con incomodidades, inéditas en otras ciudades con una industria cultural más desarrollada.
Actualidad
Un estreno mundial. Sí, una composición inédita del autor peruano Pedro Jiménez (Arequipa, 1784 – Chuquisaca, 1865), la Sinfonía 40, fue estrenada mundialmente en la basílica de San Francisco por la Orquesta Filarmónica de Tarija.
Este tipo de eventos nos regala el festival Abril en Tarija. “¡Espectacular!”, dice Nils al recordar este concierto del año 2016, que lo marcó emocionalmente.
Cada presentación, cada canto, cada exhibición, marcan de una u otra manera en los corazones, no solo de los tarijeños, sino de las personas que gozan de este festival en un mes encantador, lleno de actividades culturales.
“Es el mes más bonito del año”, se sincera la periodista Ana Cordara, cuando solo piensa en las sensaciones que le dejan este festival.
Así es que los gestores culturales, esperan un mayor incentivo a este tipo de eventos que en lugar de tener que recortar sus presupuestos, los engrosen, pues generan turismo y desarrollo, especialmente humano.
“Su fuerza radica en la apropiación colectiva que los tarijeños han hecho de este evento”.
Nils Puerta Carranza-Director de la casa de la Cultura.
Sale del centro de la ciudad
El festival inició en la Casa Dorada, donde se concentra la mayor cantidad de actividades, pero con el pasar de los años, se fue expandiendo por nuevos escenarios, siendo los barrios los mejores receptores.
“Conforme aumentemos la cantidad de teatros o escenarios culturales, no solo este festival, sino otros, significarán un importante desarrollo humano de nuestra sociedad, algo que les cuesta todavía entender a ciertas autoridades”, dijo anteriormente, el arquitecto Mario Torrico, quien encabezó los proyectos del Teatro de la Cultura como el centro cultural La Salamanca.
La administración de la Casa de la Cultura resaltó que en este 2018, el festival se desconcentra llegando a los barrios más alejados de la ciudad.
A continuación te mostramos las locaciones de este festival.
Casa Dorada-Zona central.
Teatro de la Cultura-Zona central.
Plaza Luis de Fuentes y Vargas-Zona central.
Patio del Cabildo-Zona central.
Iglesia de San Roque- Barrio San Roque.
Basílica de San Francisco-Zona Central.
Universidad Católica Boliviana-Zona central.
Parque Bolívar- Barrio La Pampa.
Parque Temático-El Tejar-Miraflores.
Centro cultural Salamanca- Barrio Salamanca.
Campo ferial- San Jacinto.
Auditorio barrio San Antonio.
Auditorio barrio San Bernardo.
Auditorio barrio San Jerónimo.
Los datos
500 artistas e intelectuales participan del festival en este año.
115 actividades están programadas para el festival Abril en Tarija 2018.