El Dicasterio para la Cultura y la Educación ha comunicado oficialmente que la Universidad Católica Boliviana San Pablo (U.C.B.) ha sido reconocida por la Santa Sede como una universidad que se distingue por su «historia, calidad y servicio eclesial en todo el mundo».
La entrega oficial del decreto que certifica dicha distinción será realizada el 6 de septiembre a las 11.00 en un acto académico en la sede central de la UCB de la ciudad de La Paz.
Para este evento están llegando a La Paz desde el Vaticano: monseñor Giovanni Cesare Pagazzi quien es secretario del Dicasterio Sección Educación, y el padre Benjamín Aguirre Barba, presbítero formador del Seminario Diocesano de Guadalajara-México y oficial del Dicasterio para la Cultura y la Educación.
Este tipo de reconocimiento, otorgado por la Santa Sede, sólo lo tienen 53 universidades católicas en todo el mundo.
La UCB cumplió en mayo 57 años de vida al servicio de la educación superior en Bolivia.
El Dicasterio para la Cultura y la Educación, que hace parte de la estructura de la Curia Romana, tiene una composición relativamente reciente, porque fue instituido por el papa Francisco mediante la constitución apostólica praedicate evangelium el 19 de marzo de 2022, por la cual el antiguo Consejo Pontificio de la Cultura se fusionó con la Congregación para la Educación Católica.
Praedicate evangelium –predicar el evangelio traducido del latín- es considerada en la religión católica como la tarea que Jesucristo encomendó a sus discípulos. Este mandato constituye el primer servicio de la iglesia que es de anunciar el evangelio.
El dicasterio queda compuesto por dos secciones; una dedicada a la promoción de la cultura, la animación pastoral y la puesta en valor del patrimonio cultural, y otra que desarrolla los principios fundamentales de la educación con referencia a las escuelas, a los institutos superiores de estudios, de investigación católicos y eclesiásticos.
Un dicasterio equivale a un secretariado y tiene actividades específicas en áreas determinadas dentro del Vaticano estando en este caso, el Dicasterio para la Cultura y Educación, bajo la dirección de un prefecto, puesto que ocupa el cardenal portugués José Tolentino de Mendonca, quien asumió sus funciones el 26 de septiembre de 2022.
La importancia que tiene este tipo de reconocimiento para una universidad y de acuerdo al mismo Vaticano, es que el mismo implica un «vínculo más estrecho con el romano pontífice».
Con este reconocimiento, la universidad debe ser fiel a su identidad católica, a su misión de evangelizar a través de la educación y de la investigación; conlleva el compromiso de ser testimonio de la calidad, la excelencia educativa como la defensa de la dignidad humana, sobretodo «al más desprotegido»; según informaron desde la UCB.
También compromete a la universidad con el progreso de la sociedad, la misión católica, la defensa del Magisterio Pontificio; mantener la comunión con la Iglesia y con la Santa Sede; además de tener una estrecha comunión con la iglesia particular y, en especial, con los obispos diocesanos de la región o del país en la que está situada.